sábado, 27 de octubre de 2012

Testimonio

“El Señor los envía a predicar y colabora confirmando la Palabra predicada con signos.”
(Testimonio de las maravillas del Señor por la predicación de Saulo Hidalgo).

Cuando los días 9, 10 y 11 de Diciembre de 2011 se celebraba la Asamblea Regional de la Renovación Carismática Católica de Canarias, David y Nazaret llevaban casi dos años intentando tener un bebé y a pesar de los numerosos tratamientos a los que se sometió Nazaret, el bebé no llegaba.
Esos días se encontraban en Madrid disfrutando de una semana de vacaciones pero en la mente tenían presente la cita del 20 de diciembre con el ginecólogo pues las cosas no iban bien.

Fue durante la oración ante el Santísimo del sábado 10 por la noche cuando el predicador Saulo Hidalgo anunció en una palabra de conocimiento que “en el próximo año darían a luz dos mujeres que no habían podido quedar embarazadas y que en la próxima Asamblea darían testimonio de lo que el Señor ha hecho en ellas. Una no se encuentra aquí pero sí su familia”.
Nos encontrábamos en la Asamblea su madre Charo, su tia Asun, su hermano Miguel Angel, su primo Antonio y hermanos de la Comunidad Anunciación de María de La Orotava.
Inmediatamente todos pensamos en Nazaret, ya que llevábamos tiempo rezando por ellos.

Llegó el día 20 y después de la revisión el ginecólogo se sentó a explicarle a Nazaret que debido a su problema (no le venía regularmente la menstruación y tenían que provocársela) el embarazo podía tardar mucho en llegar o incluso no llegar nunca. Así que les recomendó comenzar el tratamiento In Vitro en el Hospital.

A Nazaret se le vino el mundo encima, “no quería tener un niño de esa manera tan fría y programada”, pero en el fondo de su corazón sentía que si no llegaba de manera natural era porque tal vez no estaban preparados para ser padres.
También le recetó unos anticonceptivos que debía tomar durante unos meses para que sus ovarios “descansaran” hasta que la llamaran del Hospital para empezar el tratamiento.
Así que salió de la consulta “con sus planes y sus muebles de la cabeza totalmente descolocados y con la receta de los anticonceptivos en la mano”. Se fue a su casa y llorando desconsolada le dijo a David “que ya estaba bien, que estaba cansada y que no iba a tomar ningún tratamiento más”.

Esa decisión en plena rabieta resultó ser importante porque cuatro días más tarde quedaría embarazada.

Transcurría el mes de Enero y estando embarazada (aunque ella aún no lo sabía) le recetan por un problema de espalda a causa de una caída, unos tratamientos muy fuertes, le hacen varias radiografías y pinchan varios relajantes musculares.
Por entonces ya empezaba a sentirse “algo rara” y decidió hacerse un test de embarazo. El resultado dio positivo.

Lo primero que pensó fue que debía tratarse de un error, probablemente los tratamientos habían alterado el resultado del test. De camino a casa de su madre compró dos test más y sin decir nada entró al baño y se hizo otra prueba con resultado POSITIVO.

No se lo podía creer, por su cabeza pasaban tantas cosas... no paraba de pensar en todo el tratamiento que había tomado y los pinchazos y sobre todo pensaba que era imposible. Salió del baño temblando y llorando y lo primero que hizo fue ir al calendario de la Medalla Milagrosa que su madre tenía en la cocina. Empezó a hacer cuentas, contar nueve meses y buscar en el calendario el mes de Septiembre.
En ese momento supo con seguridad que iban a ser padres cuando leyó en la frase que acompañaba al mes de septiembre “Ahí tienes a tu Madre”.
Así que comunicó la buena noticia a su familia.

Poco después le dijo a su madre Charo que si era niño le pondrían Pablo y si era niña Sara. Y su madre le dijo que sería niña, porque en su oración personal el Señor le había dado una Palabra que hablaba de Sara la mujer de Abrahán.

Cuando tenía varios meses David y Nazaret fueron a la Basílica de la Candelaria a dar gracias por el embarazo y en la tienda de artículos religiosos David preguntó por algún símbolo cristiano para un bebé y le ofrecieron un escapulario de la Virgen. Le dijeron que lo hacían unas religiosas y que llevaba en su interior una inscripción con una cita bíblica.
Se abrió y la cita era la siguiente:

Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles,
Fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
Ellos salieron a predicar por todas partes,
Colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra
Con las señales que la acompañaban
Mc. 16, 19-20

Desde el primer momento el embarazo de Nazaret fue de alto riesgo y tuvieron que pasar muchas pruebas para ver su sueño hecho realidad.
Por fin, el 13 de Agosto dio a luz una preciosa niña: Sara.
Llegó casi un mes y medio antes de lo previsto, debido a una complicación en ese momento del embarazo con serio riesgo para la vida de la madre y la hija.

A pesar de “haber pasado por todos los miedos que a una madre se le pueden presentar durante el embarazo y sobre todo con los problemas tan serios que tuvo en el parto, Nazaret siempre sintió que todo iba a salir bien”.

Ante cualquier duda o debilidad siempre revoloteaba en su mente:

“Ahí tienes a tu Madre” y volvía a sentir tranquilidad.

El mismo día del parto nos enterábamos que la siguiente Asamblea que sería en el mes de septiembre de 2012 tendría por lema: “Ahí tienes a tu Madre”.


Comunidad Anunciación de María (La Orotava - Tenerife)